Ha fallecido Luis Sanjurjo, compañero y directivo de la APDM
Cómo pasa el tiempo, Luis. Sí, parece que fue ayer cuando, en los inicios de mi juventud hablé contigo para empezar a trabajar en Radio Intercontinental, en tu Inter de toda la vida. Al final, perdóname, me decanté por la COPE, pero seguiste en mi vida. Como seguiste para mi abuela, mi madre (no solo te dedicaste al deporte, te acuerdas de los Puntos Azules…), mi hermano, mi padre… Fuiste durante muchísimo tiempo una voz habitual en los hogares de Madrid y en gran parte de sus alrededores gracias a la gran proyección de la Inter, nos amenizaste con esos maravillosos ratos de fútbol, con tus innovaciones por hacer diferentes las narraciones (¡qué revolución creaste en el mundo de la radio con el fichaje de Héctor del Mar, ‘El hombre del gol’), con el atletismo, con el ciclismo... Fuiste también maestro de grandes periodistas (José Ramón de la Morena, Joaquín Martín, Miguel Ángel Yáñez, Lidia Bermejo, una de las primeras mujeres que ejerció el periodismo deportivo), que se forjaron a tu sombra. Y generador de grandes exclusivas, como aquella entrevista a doña María, la mujer de don Santiago, que cambió el rumbo de unas elecciones al Real Madrid.
Pasó el tiempo, Luis, y nos encontramos, años después, en la junta directiva de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid. Eras un mar de conocimiento que ilustrabas nuestras reuniones con tu experiencia, hilando perfectamente tu pasado, como jefe de Prensa del Rayo Vallecano, como delegado de este equipo, como colaborador de la Federación Castellana de Fútbol, como pionero en la creación de un carrusel radiofónico dedicado al fútbol modesto de Madrid, como periodista deportivo en otros medios, como Radio Popular y Radio España…, con la problemática periodística del presente.
Sabías que pasaba el tiempo, y percibí claramente tu cara de agradecimiento cuando en la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid te tributamos el homenaje. Te recuerdo, caminando al atril, ya apoyado en el brazo de tu hijo periodista, Pepe Sanjurjo. Pero para el discurso no necesitaste apoyarte en nadie, Luis, te salió fenomenal, Y, entre nosotros, me encantó el comentario final que me dedicaste. Como me encantó conocer tu vinculación a la orden de San Juan de Dios y tu dedicación, año tras año, a los pacientes del centro psiquiátrico que regentan en Valdemoro.
Pasó el tiempo, Luis, y esta madrugada ya nos dejaste. Nos dejas tu calidad, tu profesionalidad, tu estar pendiente de todo; TU HUMANIDAD. Ves, nos dejas pero algo también nos dejas aquí. Hasta que pase el tiempo. Un abrazo muy grande, Luis. Descansa en paz.