Entrevista a la piragüista María Corbera

"El Premio de la APDM me coloca junto a deportistas que están por encima de mí a nivel mediático"
La piragüista madrileña, campeona del mundo y de Europa, es una de las galardonadas con los Premios APDM 2022 que se entregarán en la VII Gala del próximo lunes 30 de enero en El Beatriz Madrid Auditorio.

 

Después de muchos años de trabajo, por fin empiezan a lloverle los éxitos a María Corbera a nivel internacional. La piragüista madrileña, de 31 años, se llevó un jarro de agua fría en julio de 2021 al quedarse fuera de los Juegos de Tokio que se disputaron semanas después: había conseguido plaza para el selectivo nacional disputado en el complejo deportivo David Cal en Verducido (Pontevedra), en la modalidad de C1 200 metros, pero acabó cediendo ante la gallega Antía Jácome, que a la postre sería quinta en la capital japonesa.

Corbera, una auténtica luchadora, supo sobreponerse a la adversidad y en septiembre de 2021 logró su primera medalla en un gran campeonato internacional, en Copenhague (Dinamarca), proclamándose campeona del mundo en C2 200m junto a la vallisoletana Patricia Coco. Pero lo mejor estaba por llegar y en agosto de 2022 vivió quince días de auténtica locura, colgándose al cuello nada menos que cinco preseas entre los Mundiales de Halifax y los Europeos de Múnich: una plata (C1 200m) y un bronce (C1 5.000m) en Canadá, además de dos oros (C1 500m y C1 5.000m) y una plata (C2 200m) en Alemania).

Del sinsabor vivido en casa, en Galicia, a triunfar a nivel mundial. Los éxitos le llegaron a María en la canoa, modalidad en la que lleva relativamente poco –desde verano de 2017–, comparándolo con los 18 años que se ha dedicado al kayak, desde sus inicios en el piragüismo.

“Uno de los deportes más sacrificados”

“Aunque no sea la misma modalidad, al final es piragüismo y es ahora, después de tantos años, cuando estoy saboreando todos estos éxitos. Llevamos muy poquitos años en los que estamos sacando la cabeza para tener estos resultados”, relata María Corbera en una entrevista al gabinete de prensa de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid (APDM), con motivo del premio que esta asociación le entregará el próximo lunes 30 de enero en la VII Gala, que tendrá lugar en El Beatriz Madrid Auditorio y en la que también serán galardonados los futbolistas Luka Modric y Koke Resurrección, LaLiga, las futbolistas madrileñas que se proclamaron campeonas del mundo sub-17 y sub-20, el equipo nacional de atletismo y la selección española de baloncesto, entre otros.

“Me sorprendió este premio”, confiesa María, nacida en Madrid pero que lleva residiendo en Aranjuez desde 2005, “porque estoy junto a otros deportistas que están bastante por encima de mí, al menos a nivel mediático. A ver si de esta forma se empieza a conocer un poco más el piragüismo, que es uno de los deportes más sacrificados. Llevo muchos años luchando para conseguir estos resultados. Todavía me queda, y este premio sirve para tener más ganas de seguir haciendo lo que me gusta”.

“Me dolió no ir a Tokio, soy humana”

María, que pertenece al Club Escuela de Piragüismo Aranjuez y entrena bajo la dirección de Jesús Cobos, admite que le “dolió” quedarse fuera de los JJOO de Tokio porque “soy humana”. “Durante unos días estuve triste por la situación: ellos viajaban a Japón, lo veías por la televisión, en los periódicos… era una saturación de información, pero después decías: ‘Ok, esto es lo que hay’. Ya puedes quedarte fuera de unos Juegos o ya puede venir una pandemia, que yo no voy a rendirme ni a dejar de luchar porque el piragüismo es lo que me ilusiona. Estaba en mis propias manos salir de esa situación, así que empecé a pensar en los Mundiales de Copenhague y fuimos a por todas en la preparación. De hecho, fui campeona del mundo y luego ya vino todo lo del año pasado, que fue una locura”, relata en la entrevista al gabinete de prensa de la APDM.

El gran sueño de María Corbera, que es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Sevilla, es ser campeona olímpica en los próximos Juegos de París 2024, aunque antes tiene un calendario “muy importante” en este 2023 con la disputa del Preolímpico, y la madrileña confiesa que “vamos a apostar por el C2 porque, si conseguimos clasificarnos, las dos personas que compitan automáticamente tienen plaza para el C1”. “Es un año muy importante, sobre todo a la hora de intentar conseguir esa tranquilidad que te da lograr plaza para los Juegos, con el fin de poder centrarte única y exclusivamente en entrenar para poder ir a unas Olimpiadas, que es el sueño de todos nosotros”, dice.

La piragüista hace balance de las cinco medallas logradas en poco más de dos semanas entre Halifax y Múnich (dos oros, dos platas y un bronce), destacando su “versatilidad” tras haberse proclamado campeona del mundo en distancias tan dispares como los 200 y los 5.000 metros. “Tengo muchos kilómetros en el agua, ya sea en canoa o en kayak, y esa es la principal baza que tengo con respecto a mis rivales, el haber desarrollado una resistencia aeróbica muy buena para poder hacer kilómetros. Lo tengo ahí, es como una cajita dentro de mi cuerpo y ahora en invierno es cuando más desarrollamos y trabajamos esa resistencia para hacer una base de una pirámide muy grande. Según se va acercando el período de competición, cerramos esa pirámide y hacemos entrenamientos más cortos”, explica.

“Con el cuchillo entre los dientes”

María Corbera confiesa en la entrevista al gabinete de prensa de la APDM que su distancia preferida es la de 500 metros y la que menos le gusta, la de 5.000 –“si pudiera elegir, no competiría ahí nunca porque es la carrera que más sufro”, confiesa-. “Imagínate una prueba de 44 segundos, como es la de 200, y otra que dura 24 minutos. ¡Hay un mundo! Considero que tengo técnica y habilidad, soy muy fina a la hora del paleo en el agua, y eso me sirve para el 200, pero también tengo muchos kilómetros a la espalda”, relata la madrileña, que  asegura que otra de sus características es su “hambre”. “A mí a veces me dicen: ‘Tú hazlo tranquilamente’. Pero ese tranquilamente… no, no hay opción. No me rindo. Voy a salir con el cuchillo entre los dientes y quien quiera y pueda, que vaya a por mí. Si no, que hubiera entrenado”, asegura.

La madrileña relata cómo es su día a día: “Me levanto, desayuno y vengo al Club de Piragüismo Aranjuez, que es como mi casa porque paso aquí prácticamente todo el día. De hecho, al que pregunte por mí, le van a decir que voy a estar en el club porque prácticamente es como si fuera mi casa, sólo me falta levantar una tienda de campaña. Paso aquí muchas horas, pero tampoco me pesa. Hago gimnasio, sobre todo ahora con el frío, luego salimos al agua, comida, después vuelta al agua… y ya más tarde, vuelta al agua y otra sesión de gimnasio, de unas dos horas, o carrera. Y luego a recuperar porque al día siguiente tienes que estar otra vez al cien por cien”.

Y es que el descanso es otro pilar básico en todo deportista junto con el entrenamiento y la alimentación. “Se dice incluso que el descanso llega a ser más importante que el propio entrenamiento. Hay que tenerlo muy en cuenta porque, si no has descansado bien, luego sólo vas a dar el 40-50 por ciento de tu nivel cuando quieres hacer una sesión muy fuerte y de calidad, así que estás perdiendo oportunidades de ser mejor. Tú verás lo que haces porque al final va en contra de ti”, apunta al respecto.

“Referente a nivel internacional”

Corbera forma parte de una extraordinaria generación de piragüistas, junto a Saúl Craviotto, Marcus Walz, Cristian Toro, Teresa Portela o la ya citada Antía Jácome, entre otros, que tantas alegrías están dando al deporte español, aunque María hace hincapié en la modalidad de canoa, cuyos palistas están “experimentando un cambio” y haciendo “crecer” al piragüismo español hasta convertirlo en un “referente a nivel internacional”.

En este sentido, la madrileña relata que otros piragüistas de países como Argentina o Colombia ven los vídeos que cuelga en sus redes sociales y le piden consejos acerca de las técnicas de entrenamiento y paleo. “Son cosas que me hacen sentir muy bien, que sea un referente para ellos. Me dicen: ‘Me encanta la energía y la ilusión con la que lo haces todo’. Mi intención no es esa, yo quiero transmitir lo que me hace sentir a mí salir al agua y entrenar con ambición”, apunta.

“No me gustan las cosas que me alteren”

María tiene un perro y le encanta salir a pasear con él por Madrid, además de ver tiendas. “Soy poquito de quedarme en casa descansando en el sofá o viendo la tele porque no paro. Me gusta estar con mi gente, tomando algo por ahí, ir al cine, salir a comer, en el campo… pero tampoco me gustan las cosas que me alteren mucho porque ya he tenido momentos de entrenar a tope, así que luego quieres tranquilidad y descansar”, asegura la madrileña, que cuando está fuera del club “no hablo nada de piragüismo, así que casi ni se sabría que soy piragüista e incluso deportista. No me gusta y no me sale”.

Por último, María Cobera aconseja a los jóvenes que se están iniciando en el piragüismo que “sean polifacéticos” y “no se encasillen en una sola cosa”. “Que aprendan de todo y sean versátiles. Que si tienen que entrenar con un compañero, que les enseñen también a ellos porque van a necesitar esa ayuda del compañero. Que pregunten también a sus entrenadores. A veces no sale un gesto que indica el entrenador y, por vergüenza o por lo que sea, no lo preguntan. Nadie nace sabiendo. Que disfruten, que pregunten y que se apoyen unos en los otros”, finalizó María en la entrevista al gabinete de prensa de la APDM.

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