El Atlético, homenajeado por la Federación de Tenis de Madrid

Ha sido en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías (Casa de fieras del Retiro), es decir, a escasos 150 metros de donde se ubicaron las primeras pistas de tenis del, entonces, recién creado Athletic Club de Madrid y del Ayuntamiento de Madrid, dentro del parque de El Buen Retiro, donde la Federación de Tenis de Madrid (FTM) ha conmemorado los 120 años del nacimiento del tenis (lawn tennis antaño). El acto comenzó con una exposición histórica, por parte de la FTM, de lo que representan los Jardines del Real Sitio del Buen Retiro para el tenis desde el siglo XVII, detallando la eclosión y éxito del deporte desde aquel primer campo de fútbol del Athletic Club de Madrid, entre 1903 y 1905; de donde salieron grandes jugadores de éxito internacional en la época. Juan Luis ‘Tati’ Rascón, presidente de la Federación de Tenis de Madrid, abrió las intervenciones reconociendo el honor que supone para su institución “conmemorar esos históricos inicios del tenis en Madrid. Agradezco al Atlético de Madrid, al Ayuntamiento de Madrid y a quienes protagonizaron aquella aventura que construyó nuestra propia historia”.

Rascó entregó el primer trofeo al presidente del Club Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, quien se mostró satisfecho por recibir tan original galardón conmemorativo, incidió en el privilegiado enclave de El Retiro y en la expansión de fútbol y tenis, en los inicios de su entidad en 1903; recordando la proyección de los exitosos jugadores de tenis que de aquí salieron. Sonia Cea, concejala delegada de Deporte del Ayuntamiento de Madrid, igualmente agradeció recibir este galardón “que refleja el nexo de Madrid y el deporte, en particular del tenis, desde hace 120 años, en un lugar único como El Retiro”, y añadió que “ojalá se puede prolongar esa bonita relación, al menos, otros 120 años”.

Entre los numerosos asistentes destacados en el acto se hallaban el secretario general de la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid, Juan Manuel Merino -acompañado por la vocal Lydia Bermejo- y dos grandes protagonistas de la Copa Davis antaño, como José Edison Mandarino y Juan Bautista Avendaño. Los galardones que la FTM entregó a Ayuntamiento de Madrid y Atlético de Madrid reproducían la puerta de Felipe IV, la entrada más antigua del Real Sitio del Buen Retiro; los escudos y colores del Atlético de Madrid y del municipio capitalino en aquellos primeros años del siglo XX; y la raqueta de Lilí Álvarez.

El salón de actos contó con una decoración exclusiva para la ocasión: cinco raquetas de madera maciza fabricadas, a un lado y otro del Atlántico, de 1900 a 1922; entre ellas, un modelo empleado por la madrileña -nacida en Roma- Lilí Álvarez en tiempos de su primer triunfo en Saint Moritz, y antes de sus tres finales en Wimbledon (1926-28); con la que llegó a posar Cea. Como bienvenida, la organización de la FTM ofreció a los asistentes un exclusivo dulce basado en el tradicional madrileño elaborado a partir de la flor de la violeta; que tanto gustaba a la reina Victoria Eugenia, bisabuela de Felipe VI y practicante de tenis.

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