Daniel Entrecanales: "La hípica es el deporte menos elitista que hay"

España tiene algunos de los caballos más bonitos del mundo, pero no es una potencia hípica de primera fila. Sin embargo, sí es de los mayores organizadores de competiciones ecuestres del mundo. La final de la Copa de Naciones, un equivalente a la Copa Davis de tenis se celebra en Barcelona desde hace años. Y desde hace más de una década, Madrid organiza dos Copas del Mundo simultáneas en el marco del IFEMA Madrid Horse Week. La industria del caballo tiene en nuestro país un impacto total de 7.392 millones de euros anuales (el 0,6% del PIB).

“Quizá no seamos los mejores en algunas cosas, pero en España organizamos muy bien: tenemos infraestructura, seguridad, clima y simpatía”, afirma Daniel Entrecanales, cabeza visible del proyecto, en una entrevista a la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid (APDM) con motivo del premio al mejor evento de 2023 que esta asociación ha concedido a IFEMA Madrid Horse Week y que el propio Entrecanales recogerá en el marco de la VIII Gala Anual de la APDM, el próximo lunes 29 de enero, a partir de las 20:00 horas, en El Beatriz Madrid Auditorio (c/ José Ortega y Gasset, 29).

Daniel Entrecanales no relativiza el tremendo reto que supone celebrar cada mes de noviembre un certamen que aglutina a público muy variado (47.000 asistentes, desde importantes estadounidenses o árabes a espectadores de todos los niveles socio económicos de muchos pueblos de España), con un presupuesto de siete millones de euros y más de medio millón en premios.

Con patrocinios fundamentalmente privados y el apoyo institucional continuado del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, Entrecanales destaca también el respaldo de la Infanta Elena (presidenta de honor) desde los orígenes del proyecto, cuando visitaba empresas con un ordenador portátil y un archivo Power Point en busca de financiación.


Entrevista a Daniel Entrecanales

¿Cómo surgió la ilusión de organizar un proyecto tan ambicioso, y por qué en Madrid?

Haciendo memoria, yo acababa de montar en 2010 una subasta de caballos de salto de alto nivel que tuvo muchísima repercusión, porque era la primera de esas características que se organizaba en España. A partir de ahí, me vino a ver José Marsá con la idea de hacer un evento deportivo multidisciplinar y junto a Oxer, el mayor organizador de eventos deportivos hípicos a nivel internacional, nos pusimos a trabajar. Teníamos una visión muy clara: no queríamos organizar un concurso de salto. Eso ya existía. Queríamos hacer un evento que fuera multidisciplinar. Y a partir de ahí empezó todo a tener sentido. Si tú quieres hacer un evento multidisciplinar, tienes que ir a un sitio que sea democrático, por así decir, donde todo el mundo se sienta bienvenido. Que no sea un club privado. Y para eso IFEMA es el sitio perfecto. Habíamos pensado también en otros sitios, también muy abiertos, como la Caja Mágica o el Wizink Center, pero IFEMA es el más democrático.


¿Democrático en qué sentido?

Pues democrático en que todo el mundo va a IFEMA, es de todos. No es un lugar privado ni un club deportivo concreto. IFEMA lo conoce todo el mundo y todos nos sentimos bienvenidos. Era la primera vez que se hacían allí eventos deportivos de ese tipo, sobre todo con animales. Fue un proceso muy complicado, pero muy interesante.


Insiste usted mucho en destacar el carácter multidisciplinar del evento…

Quizá esto no sea de dominio público, pero el mundo de la hípica es como el mundo de las dos ruedas. En las dos ruedas hay gente que le encanta la bicicleta; a otra el motocross, MotoGP, el sidecar, el trial... a todos les unen las dos ruedas, pero quizás tú y yo no tenemos demasiado que ver. El mundo del caballo es parecido. Está el universo de la doma, del salto, de la doma vaquera, el ‘horseball’, las carreras, el polo… hay muchas maneras de ver el mundo y disfrutar del caballo, aquí tratábamos de unir todas esas maneras de ver el caballo. Y lo hemos ido consiguiendo en todos estos años. Todas estas disciplinas están o han estado representadas.


Y además organizan la Copa del Mundo.

Sí, la Copa del Mundo de salto y de doma clásica. Es lo más importante deportivamente. Pero además tenemos la Copa de Maestros de doma vaquera, donde están los diez mejores (un torneo que hemos desarrollado nosotros). Hemos tenido competiciones de ‘horseball’, Copa del Mundo de enganches, Copa del Mundo de volteo… los asistentes tienen mil maneras de disfrutar el caballo, que es lo que nos une. La hípica es en realidad el deporte menos elitista que hay. No hay en todos los pueblos de España una pista de tenis. Pero sí un campo de fútbol y un picadero. En todos los pueblos hay caballos y en todos los pueblos se practica de alguna manera el deporte hípico.

 

¿Cuál es o fue su mayor desafío? ¿La logística de transportar y cuidar animales tan grandes y valiosos?

Por desgracia, no es un proyecto fácil de ejecutar. Presenta muchos retos. Lo más difícil ha sido siempre, desde el principio, conseguir patrocinios. Imagínate ir el primer año a ver gente con un PowerPoint, nada más. Al principio había que remar mucho. Convencer a empresas de que pusieran dinero a riesgo. Muy complicado. Otro reto fue conseguir la categoría de acontecimiento excepcional de interés público. Otro reto, probablemente de los más difíciles, fue conseguir la Copa del Mundo de Salto. Los retos son infinitos y no sabría decir cuál va primero. Uno siempre va unido al otro: conseguir la Copa del Mundo y la excepcionalidad te da el patrocinio, el patrocinio te da poder hacer, va todo unido. Aunque hayamos tenido éxito, cada año podría ser el último; filosóficamente, hay que currárselo mucho todos los años. Este año, por ejemplo, hemos firmado un acuerdo muy interesante con una compañía americana llamada Jet Set Sports, que se encarga de la venta de los paquetes VIP para los Juego Olímpicos desde hace cuarenta años. Esperamos que potencien la llegada de visitantes americanos a Madrid.


¿Qué porcentaje de asistentes es extranjero?

Hoy en día pequeño pero significativo. El porcentaje más grande del público es nacional tanto de Madrid como de otras provincias. Las personas que vienen de fuera de Madrid son clave porque son también los que más le interesan al Ayuntamiento de Madrid, sin duda uno de nuestros grandes apoyos.


¿Cuáles cree que son las razones de su éxito?

Madrid Horse Week tiene tres particularidades bastante únicas: una es que atraemos a gente de muy distinto índole. Y sabemos dónde están en cada momento: en la parte VIP está los invitados de los patrocinadores, en las gradas los aficionados, en el salón del caballo las familias, la gente que viene a ver la doma clásica es un público distinto… Lo puedes catalogar, a la familia que va a ver el salto o la familia que va a ver la doma vaquera. Son totalmente distintos. Y todo eso lo sabemos, lo que te permite poder hablar con el patrocinador y ofrecer posibilidades a todos.

La segunda particularidad, muy importante, es que es un evento mixto. Mixto de verdad: es decir, paritario. El hombre y la mujer compiten en igualdad de condiciones. Y eso te genera un dinamismo muy distinto. Es un sitio donde de verdad existe una relación de género y donde existe la relación de familia. El 70% de la gente que nos visita son grupos de más de cuatro en familia y grupos de amigos. Mujeres y hombres.
 

¿La tercera particularidad?

 La tercera particularidad es que los patrocinadores pueden disfrutar del espectáculo y del deporte mientras disfrutas de la parte social. Es decir, poder sentarse en una mesa en la que te sirve Zalacaín, donde puedes comer de miedo viendo la Copa del Mundo de salto. La grada del público ve la parte VIP de enfrente y no es un problema. El mundo del caballo es tradicional, el público es muy aficionado y entiende que los patrocinadores son los que están haciendo posible que el proyecto esté ocurriendo. Sin los palcos, no tenemos esto.

Hay muchas ofertas para todos, tenemos cinco pistas en total. Una de ellas, la ‘non-stop’, que es donde se celebran espectáculos, demostraciones o juegos. Para los niños es una maravilla: demostraciones de ‘western’, de manejo de vacuno, susurradores de caballos, juegos con caballos, perros, concurso de herradores…

 

Madrid parece vivir un momento de esplendor en el que cabe todo.

Madrid es una de las cuatro ciudades del mundo que alberga simultáneamente una Copa del Mundo de Salto y una de Doma: el mismo fin de semana, en el mismo sitio. Muchas ciudades europeas están queriendo llevarse las Copas del Mundo, lo que nos obliga a tener que renovar anualmente los contratos con la Federación Ecuestre Internacional. Nosotros pasamos un examen, por gremios: jinetes, herradores, veterinarios, mozos, jueces. Solemos aprobar con un notable. ¿En qué fallamos? Pues siempre se puede tener una pista más grande o repartir más dinero en premios. Estamos en la media europea: no es fácil competir con ciudades como Ginebra. Este año hemos tenido a siete de los diez mejores jinetes del mundo aquí compitiendo. Siguen queriendo venir. Podrían ganar más dinero en otro lado, pero es la Copa del Mundo y les encanta Madrid.

#GalaPrensaDeportivaDeMadrid

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