Del Bosque: "Pienso que ahora los medios tienen menos libertad"

No es fácil encontrar en el mundo del deporte, y más aún en el del fútbol, una persona que sea tan respetada y apreciada como el marqués Vicente del Bosque, título nobiliario que no en vano le fue concedido al salmantino por el rey Juan Carlos I "por su gran dedicación al deporte español y su contribución al fomento de los valores deportivos". 

Su talante conciliador y afable le ha permitido tener siempre una excelente relación con los medios, de ahí que este lunes, 29 de enero, la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid (APDM) vaya a reconocer su trayectoria en la octava edición de su gala de entrega de premios a los mejores deportistas, instituciones y periodistas de 2023, a partir de las 20:00 horas, en el Beatriz Madrid Auditorio.

La carrera deportiva de Del Bosque es indiscutible. Si como jugador del Real Madrid ganó cinco Ligas y cuatro Copas, como técnico del equipo blanco amplió su palmarés levantando dos Champions, dos Ligas, una Intercontinental, una Supercopa de España y otra de Europa, además de ser elegido entrenador del año 2002 por la UEFA. 

Ya en su etapa como seleccionador español, conquistó el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, año en el que fue reconocido como mejor entrenador del año por la FIFA. Posteriormente, le fue concedida la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, la más alta distinción que se otorga al deporte en España, y la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, máxima distinción de la Comunidad de Madrid. 

Del Bosque, a quien le gusta definirse como "un entrenador de cantera que ganó un Mundial", nunca ha alardeado de nada. Al contrario, él mismo se ha encargado de desmitificar su exitosa carrera. Con una humildad para nada impostada y que le engrandece más incluso que su palmarés, Del Bosque atribuye los méritos a sus futbolistas y siempre habla en plural, para poner en valor el trabajo de sus ayudantes. A unos días de recibir el reconocimiento de la APDM, hablamos con Vicente sobre su relación con la prensa deportiva. 



Pregunta: ¿Cómo recuerda el trato con los periodistas en sus tiempos de jugador? 

Respuesta: Entonces era muy familiar, pues a los entrenamientos solo venían un redactor de Marca y otro de AS. El trato era tan cercano que alguna vez discutíamos por las puntuaciones que nos habían puesto después de un partido. Imagínate, qué pardillos éramos...  

P: Quizás aquella convivencia le ayudó a entender el papel de los periodistas deportivos.

R: Sí, pero ahora también hay que entender que los medios de comunicación desempeñan su labor y tienen que vivir. 

P: ¿Y cambia mucho esa relación como entrenador y, como también fue su caso, seleccionador? 

R: Quizás es diferente porque tienes ese sentimiento de que eres empleado del club y debes dar la mejor imagen posible, precisamente por representarlo. Ahora, por ejemplo, el que habla en el Real Madrid es Carlo Ancelotti. No es solo el entrenador, sino también la imagen del club. Yo eso lo entendí como entrenador del Real Madrid y no digamos ya al frente de la Selección. Como ente público que es la Federación, no solo éramos imagen de la Selección, sino del fútbol español. Y no nos damos cuenta de la importancia que tiene el fútbol en la sociedad. 

P: Pero a usted su talante siempre le ha ayudado a mantener una relación cordial con los medios.

R: No es ninguna pedantería, es una realidad. Aunque haya algunos entrenadores que les cueste más, tienes que entender el papel de los medios, que dependes de ellos y la importancia que tienen para que los aficionados se acerquen más. El liderazgo del seleccionador hay que ejercerlo con orden y un buen talante. Yo, por ejemplo, he tenido suerte de llevarme muy bien con la prensa deportiva catalana, porque creo que también teníamos la obligación de acercarnos a ellos.

P: La sensación es que usted siempre ha encajado bien las críticas, ¿es así?

R: Bueno, también me han dolido. A diferencia de algunos que dicen que no escuchan o no leen los medios, yo soy de los que les gusta escuchar y leer, no digo todo, pero sí mucho de lo que se dice y escribe. Pero en general creo que, tanto ante las críticas como los elogios, he estado como debía estar.   

P: ¿Y no tiene la sensación de que ahora los clubes se han bunkerizado desde el punto de vista de la relación con los medios?

R: Seguro, pero la realidad es que ahora hay muchos más medios, además de las redes sociales. Si abres, por ejemplo, el grifo a todo Latinoamérica, es inabarcable. Como atiendas a uno, estás obligado a hacerlo con otros y es imposible. Aunque yo creo que hay que intentarlo y forma parte del trabajo del entrenador.  

P: ¿Tanta importancia tiene lo que dice un entrenador o un seleccionador?

R: Sí, y por eso siempre hay que tener cuidado y ser prudente con lo que se dice. Yo creo que la mejor intervención nuestra en este sentido fue cuando perdimos contra Suiza en el primer partido del Mundial que acabamos ganando. La gente de Madrid no quería que jugara Sergio Busquets y la Barcelona, que no jugara Xabi Alonso, pero nosotros, aunque pudiéramos estar equivocados, pensábamos que debíamos jugar con los dos. No fuimos esclavos de nadie, sino que hicimos lo que pensábamos que era lo mejor. 

P: Usted nunca ha sido de colgarse medallas... 

R: En el caso de la Selección nosotros gestionamos una herencia buena de Luis Aragonés, pero también en el Real Madrid nos tocó gestionar una herencia no tan buena. Ni soy perfecto ni todo está lleno de imperfecciones. Seguro que he metido la pata, pero siempre intentando mantener una normalidad. 

P: ¿Cómo ve la prensa deportiva actual?

R: Pues me da la sensación de que ahora los medios tienen menos libertad y los periodistas sufren una coacción permanente. 

P: Por último, y aunque haya recibido muchos premios a su trayectoria, ¿cómo valora el que le otorga la Asociación de la Prensa Deportiva de Madrid?

R: La verdad es que no me puedo quejar del trato que recibo, pues siento el cariño de todo el mundo y allá donde me voy me tratan muy bien. Este reconocimiento me alegra sobre todo por el fútbol, que, como decía antes, es muy importante para la sociedad. En España tenemos más de un millón de fichas de chavales y chavalas. Lo cual quiere decir que todos los fines de semana más de un millón de familias están pendientes del fútbol y eso debemos cuidarlo y darle la importancia que tiene. La buena reputación del fútbol es importante y creo que a veces la estamos perjudicando.

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